HISTORIA
DE LA SEXUALIDAD.
La sexualidad varía de una
cultura a otra y en el contexto socio-histórico en que se desarrolle. Durante
la prehistoria existieron dos etapas: la monogamia natural y la monogamia que
tenía como finalidad asegurar el patrimonio familiar. En el Antiguo Testamento,
se señalan las normas que regulaban la conducta sexual de la época. En el
judaísmo, el matrimonio tenía como finalidad la descendencia y la esposa hebrea
tenía el “privilegio” de compartir los favores del esposo con otras esposas
secundarias, pero si ella era infiel era apedreada. En la cultura egipcia el
incesto estaba permitido y la circuncisión, tenía un carácter ritual en la
adolescencia. En Grecia, se toleraba la homosexualidad masculina entre adultos
y adolescentes púberes dentro de un contexto educativo. En Atenas las mujeres
no podían andar solas, privilegio exclusivo de las hetairas (prostituta fina).
En la edad Media, la Iglesia refrenda el matrimonio monógamo y declara al
instinto sexual como demoníaco. En 1530 la Reforma protestante de Martín Lutero
admite el primer divorcio solicitado por Enrique VIII para separarse de
Catalina y casarse con Ana Bolena.
A finales del siglo XV
aparecen en Europa las enfermedades de transmisión sexual, que fueron
consideradas como un castigo celestial. Durante los siglos XVIII y XIX o
época victoriana, conductas sexuales
como la masturbación, eran consideradas inapropiadas. En 1882 apareció el
trabajo de Richard Kraft-Ebing “Psychopatia Sexualis”, donde describe
comportamientos sexuales patológicos. Sigmund Freud (1856-1939), médico vienés,
demostró la trascendencia de la sexualidad en los individuos. Su teoría de la
personalidad, tiene como pivote el desarrollo sexual. Introdujo el término de
“lívido” como la energía de la que emanan todas las actividades de los hombres.
Por la misma época de Freud, el médico inglés Havellock Ellis publicó su obra
Psychology of Sex. El describe que el deseo sexual es igual para hombres y
mujeres y refuta que la masturbación ocasionara insannia. Margaret Sanger
inició el movimiento de control de la natalidad en los Estados Unidos y entre
1922 y 1927 publicó artículos sobre la sexualidad de la mujer. Geramine Greer,
feminista activa, publicó su obra “El eunuco femenino”, que es considerada el
baluarte del movimiento feminista. Alfred Kinsey inició el estudio sistemático
de la sexualidad y en 1966 Masters y Johnson publican su libro “Respuesta
Sexual Humana”, anotando que tanto hombres como mujeres tienen la misma
capacidad de respuesta sexual.
El análisis histórico
demuestra que el comportamiento sexual no es simplista, ya que éste dependerá
del contexto socio-histórico y cultural en que se desarrolla. (Rev Biomed
1998 Con la llegada del judaísmo se dan
interacciones interesantes ante la sexualidad.
En el Antiguo Testamento, fuente original de
la ley judía, se señalan las normas que regulaban la conducta sexual de la
época. Así, en Exodo (XX, 14) en los diez mandamientos, se prohíbe el
adulterio, reforzándose en Levítico (XVII, 20): “no pecarás con la mujer de tu
prójimo ni te contaminarás con tal unión”. Aparece proscrita la homosexualidad
en Levítico (XVIII, 22): “no cometerás pecado de sodomía porque es una
abominación” y aparece el tabú de la desnudez en Levítico (XVIII, 7) y la
prohibición del incesto en Levítico (XVIII, 6): “nadie se juntará carnalmente
con su consanguinidad, ni tendrá que ver con ella”. También en Corintios (I,
1-5) se hace evidente la prohibición del incesto. En esta cultura, el
matrimonio tenía como finalidad la descendencia y la esposa hebrea tenía el
“privilegio” de compartir los favores del esposo con otras esposas secundarias,
pero si ella era infiel era apedreada. Un ejemplo de esta condición fue el caso
del Rey Salomón, de quien se dice tuvo 700 esposas y 300 concubinas. En el
Cantar de los Cantares la sexualidad es vista como un impulso creativo y
placentero (2,3).
La influencia del
judeocristianismo persiste hasta nuestros días. Dentro de la cultura egipcia el
incesto estaba permitido y la circuncisión, práctica adoptada posteriormente
por los judíos, tenía un carácter ritual en la ceremonia de iniciación de la
adolescencia. En Grecia, se toleraba la homosexualidad masculina entre adultos
y adolescentes púberes dentro de un contexto educativo, en el que el adulto tenía
la función de educar y formar en lo intelectual y ético a sus pupilos
(paidegogous); en Atenas las mujeres no podían andar solas, privilegio
exclusivo de las hetairas (prostituta fina), quienes podían andar públicamente
con hombres y las pornoi eran las prostitutas más bajas, vocablo del que deriva
la palabra pornografía. La mujer era como un ciudadano de segunda categoría y
era ante todo una “gyne”, cuyo significado era “portadora de hijos”. En resumen
se podría decir que por centurias las creencias religiosas dominaron el
comportamiento sexual, reduciéndolo al proceso de reproducción. Con el
surgimiento de la familia patriarcal se da una serie de dualidades en lo
sexual:
A) En el plano social la
aparición de la esfera privada restringida al ámbito a la mujer, quedando a su
cargo la reproducción, la educación y la pública a cargo de los varones.
B) Una doble norma
establecida: permisividad al varón y represión a la mujer a la que se le exige
virginidad y fidelidad al marido sin importar su propio placer.
C) Doble imagen de la mujer
dependiendo de las necesidades y exigencias sociales. La mujer “buena” es la
mujer de casa, la madre o la virgen. La mujer “mala” es la mujer pública
dedicada al placer.
D) En cuanto a la sexualidad
un doble significado: reproductivo como una forma lícita y socialmente aceptada
vinculada al matrimonio y la familia. O bien, placer como la forma válida para
el hombre pero devaluar su moral.
SEXUALIDAD EN LA EDAD MEDIA.
En la edad Media, la Iglesia
consolidaba su poder, de modo tal que la teología se equiparaba a la ley civil.
En esta época aparecieron los famosos cinturones de castidad, y se hicieron
evidentes muchos problemas sexuales, por lo que la Iglesia para reafirmarse
refrenda el matrimonio monógamo y declara al instinto sexual como demoníaco
dando origen así a la Santa Inquisición. Alrededor de 1530, la Reforma
protestante encabezada por Martín Lutero se gana a Inglaterra, al admitir el
primer divorcio solicitado por Enrique VIII para separarse de Catalina y
casarse con Ana Bolena.
A finales del siglo XV
aparecen en Europa los primeros indicios de enfermedades de transmisión sexual,
conocidas entonces como enfermedades venéreas y que fueron consideradas un
castigo celestial por los excesos sexuales
EL PURITANISMO DE LOS SIGLOS
XVII Y XIX.
Durante los siglos XVIII y
XIX o época victoriana, conductas sexuales como por ejemplo la masturbación,
eran consideradas inapropiadas y se le culpaba de desórdenes como la epilepsia.
En 1882 aparece el trabajo de Richard Kraft-Ebing “Psychopatia Sexualis”, donde
describe diferentes tipos de comportamiento sexual etiquetándolos como
patológicos y surgiendo así el término desviación sexual. En este tiempo,
cualquier acto sexual que no tuviera como fin la reproducción se consideraba
como “sexualidad anormal”. Sus escritos ligaban la sexualidad no reproductiva
con el concepto de enfermedad sexual mismo que persiste hasta nuestros días.
Kraft-Ebing propugnó por la comprensión y el tratamiento médico de las
desviaciones sexuales. Con regularidad se considera a este autor como el
fundador de la Sexología Moderna. Asimismo, en esta época las actitudes ante la
sexualidad diferían de acuerdo a la clase social. La representatividad de esa
época estaba dada por la clase media, la que se sintió obligada a fingir que se
comportaba de acuerdo a la moral rígida imperante de entonces. El pensamiento
religioso daba gran importancia a la familia, pero no permitían olvidar que el
sexo era una desafortunada necesidad y no algo de lo que pudiera disfrutarse.
Para las mujeres el sexo era algo que debía soportarse, lo que llevó a la
aparición de mitos que mezclaban la culpa y el miedo. Lo curioso de esto es que
fueron los propios médicos los responsables de estos mitos. Así por ejemplo se
decía que “el exceso de relaciones sexuales
Reducía la vida del hombre o
lo volvía idiota”. También se propagaba que si las mujeres referían disfrutar
de las relaciones sexuales estaban sentenciadas a morir jóvenes. La difusión de
estos mitos, se ha especulado, se dio por considerarse los médicos como
depositarios de la moral burguesa por lo que deseaban acabar con todo tipo de
práctica sexual. En la clase alta, por el contrario, se disfrutaba del amor
libre y las grandes ciudades de Europa contaban con ejércitos de prostitutas,
sin olvidar que ya desde entonces existía la prostitución infantil. Además, fue
en la época victoriana que se aprobaron las primeras leyes que prohibían la
pornografía. Se puede decir que fue esta época del puritanismo y la de mayor
represión sexual.
LA REVOLUCIÓN SEXUAL Y EL
INICIO DEL MODERNISMO SEXUAL.
Posteriormente, hace su
aparición Sigmund Freud (1856-1939), médico vienés, quien demostró la
trascendencia que la sexualidad tiene para los individuos. Desarrolló su teoría
de la personalidad, la cual tiene como pivote el desarrollo sexual. Introdujo
el término de “lívido” como la energía de la que emanan todas las actividades
de los hombres. Con este concepto escandalizó a la sociedad burguesa de Viena
al afirmar que la mayoría de las fobias y miedos tenían relación con las
frustraciones sexuales. Puede decirse que con Freud se inició el modernismo
sexual, el que surgió en respuesta a las rígidas normas victorianas. Freud
realizó investigaciones en niños y adultos, estableciendo que desde la más
tierna infancia los L Vera-Gamboa.120 Vol. 9/No. 2/Abril-Junio, 1998 niños son
seres sexuales. Otra de sus contribuciones es la descripción del denominado
complejo de Edipo, en el que afirmaba que la mayor parte de las veces los
pequeños desde la edad de dos años centran en uno de los padres su objeto
amoroso. Freud es el padre del psicoanálisis. Por la misma época de Freud, pero
en Inglaterra, el médico Havellock Ellis publica su obra Psychology of Sex. De
acuerdo con Caruso, “Ellis es al estudio teórico de la Sexualidad lo que
Einstein a la Física moderna”. En su obra él menciona que el deseo sexual es
igual para hombres y mujeres y refuta el concepto de que la masturbación
ocasionaba insannia. Otro personaje inglés D. Lawrence (1885-1930), muy
conocido por la novela “El amante de lady Chaterley”, por cuya autoría fue
llevado a juicio, es otro protagonista. Este personaje creía que la negación de
la sexualidad era la causa de los problemas. Su novela es copia de su vida. Él
vivía con una mujer que abandonó a su esposo y familia para seguirlo. Las
mujeres igualmente hacen su aparición por esta época. Así recordamos a Marie
Stopes (1880-1958), quien decía que el sexo debía de ser disfrutado libremente
y sin temores. Su interés hacia el tema se dio por los problemas sexuales de su
Esposo que culminaron en la
anulación del matrimonio. A partir de entonces, ella establece un compromiso
con las parejas ayudándolas a desprenderse de las inhibiciones y represiones
rígidas de la época victoriana, publicando un manual al respecto (2,9). Margaret
Sanger se adelanta a su época iniciando el movimiento de control de la
natalidad en los Estados Unidos y entre 1922 y 1927 publica diversos artículos
sobre la sexualidad de la mujer. La antropóloga Margaret Mead (1901-1978),
quien al vivir en las comunidades objetos de su estudio plasmó en sus libros
aquellas experiencias, incluyendo el comportamiento sexual. Además observó que
es costumbre tratar a la mujer como un ser inferior. Geramine Greer (1939)
feminista activa publicó su obra “El eunuco femenino”, que se ha convertido en
baluarte del movimiento feminista. En esta obra hace observaciones al
matrimonio convencional y a las actitudes que existían para con las mujeres
atacando los estereotipos rígidos en que se habían encasillado las mujeres, el
hombre activo y la mujer pasiva.
LOS ESTUDIOSOS DE LA
SEXUALIDAD.
Con Alfred Kinsey zoólogo,
se inició el estudio sistemático de la sexualidad, que ha permitido ir
develando los mitos y tabúes que rodeaban a la sexualidad. Al no encontrar
datos confiables sobre el comportamiento sexual que lo apoyaran para su curso,
Kinsey y colaboradores se dieron a la tarea de elaborar un programa para
investigar las experiencias sexuales. Elaboró un cuestionario que le permitiera
recabar información y el cual aplicó primero a sus alumnos. Detectó que la
técnica de entrevista le sería más útil para sus propósitos de investigación y
con su equipo entrevistaron a más de 18,000 personas para posteriormente
plasmar sus resultados en su obra “Sexual Behavior the Human Male”. A partir de
estos datos descubre que lo “normal” de la conducta sexual es mucho más amplia
de lo que se podía pensar. Los resultados de su trabajo conmocionaron su época.
Poco más tarde publicó su informe sobre “Sexual Behavior the Human Female.
Para comenzar tienen que indicar el equipo al que pertenece la informacion y por supuesto el tema.
ResponderEliminarLa informacion no es por materia es una integracion de la recopilacion bibliografica que hagan, pero tampoco es una antologia, es una redaccion de analisis y experiencias.
Atte. Biologia
de que equipo es esta informacion???? atte. Lic David Fernando Leon "Historia"
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