La decisión de tener o no relaciones sexuales es personal y
nadie puede forzar a tomarla. No actúes por complacer a los demás, para
demostrar algo, ni para quedar bien con los amigos y amigas.
Si algunas personas tienen relaciones sexuales porque “todo
el mundo lo hace”, ¿no crees que podría ser una manera de faltar al respeto a
sus sentimientos, a su propio cuerpo y a la otra persona?
Es importante informarnos y analizar estos puntos de vista
antes de tomar cualquier decisión.
En algunas ocasiones la primera experiencia sexual es muy
importante y especial, porque marca el inicio de una nueva etapa de nuestra
vida, pero tomar la decisión de dar este paso no es fácil; las dudas, los
temores, la ansiedad, pueden estar presentes y llegar a confundirnos.
En la primera experiencia se combinan muchas cosas, como
emociones, sentimientos y valores. También podemos tener miedo a que nos
lastimen.
No todo es perfecto en una relación sexual, porque cuando
iniciamos nuestra vida sexual, carecemos de experiencia, lo que nos hace
sentirnos en muchos casos inseguros (as), en ocasiones nos manejamos hasta con
cierta torpeza. Puede haber dificultades como: temor a que nuestra pareja nos
vea desnudo(a); a que nuestro cuerpo no le guste a la otra persona, temor a que
el tamaño, color, apariencia de nuestros genitales sean “inadecuados” o, en los
hombres, la necesidad de mostrarse como expertos sin serlo.
La primera vez es un proceso en el cual no todo es perfecto,
puede llegar a ser desagradable, porque no era lo que nos habíamos imaginado.
¿Qué hacer si por un lado queremos tener relaciones sexuales
y por otro no? ¿Qué hacer ante el miedo a un embarazo? ¿A quién hacer caso?
¿Cómo decidir? ¿Qué puede pasar?
En ocasiones existen presiones que nos confunden. Por un
lado se nos presiona para no tener relaciones sexuales, nos cuidan, protegen y
limitan el ejercicio de nuestra sexualidad. Por otro lado, con sus comentarios,
juegos y burlas, los amigos, amigas y nuestra pareja nos presionan para
tenerlas. Todo esto se agrega a las sensaciones que experimenta nuestro cuerpo
ansioso de conocer y, sobre todo, de amar.
Y por si fuera poco, algunas personas piensan erróneamente,
que el tener relaciones sexuales es una prueba de ser muy hombre o muy mujer, o
de tener potencia sexual.
Todos enfrentamos la posibilidad de vivir relaciones
sexuales que nos ponen en riesgo de un embarazo no planeado a nosotros y a
nuestra pareja, por eso es importante que aprendamos a decir no, cuando no
estamos seguras o seguros.
La actividad sexual nos ofrece muchas posibilidades de
placer, comunicación, afecto, pero hay que hacerlo con responsabilidad.
Pensemos dos veces antes de tomar estas decisiones, estando bien informados.
Algunas personas piensan que las relaciones sexuales deben
ser solamente para tener hijos, sin embargo, éstas producen un gran placer y
permiten a la pareja comunicarse de otra forma.
Cada persona piensa y siente diferente en relación con el
placer, de acuerdo con la experiencia personal, familiar, o social que tenga.
El placer sexual forma parte de nosotros, es estar en
contacto con nosotros(as) mismos (as). Cuando respondemos sexualmente nos
sentimos a gusto de que nuestro cuerpo funciona y de que, si queremos,
recibimos gratas satisfacciones.
Por eso todos debemos de aprender a conocernos y saber lo
que sentimos. Nunca es tarde para dedicarnos atención.
Las relaciones sexuales son una forma privilegiada de
obtener placer. Cuando una persona está enamorada, todos sus sentidos se
estimulan más y son más sensibles, y así las relaciones sexuales son más
placenteras. Cuando se unen la capacidad de amar y de experimentar placer
sexual se incrementan nuestras capacidades como seres humanos.
Una experiencia sexual puede ser algo gradual, que se da
poco a poco, en distintas fases, como el deseo, la excitación y el orgasmo, y
lo vive de distinta manera cada persona en cada situación.
Hombres y mujeres somos seres únicos e irrepetibles, y la
forma en que experimentamos la respuesta sexual es muy diversa, porque depende
de las circunstancias en las que se dé, el momento que estamos viviendo con la
pareja, nuestros sentimientos y valores.
Cabe mencionar que no todas las relaciones sexuales llevan
al orgasmo, aunque sin él, pueden ser igual de placenteras. El orgasmo, además
de ser una respuesta fisiológica, es una vivencia del placer intenso, es el
punto máximo en una relación sexual, pero si no se llega a él, no
necesariamente significa un problema.
La relación de pareja se basa en la confianza en nosotros
mismos, el cariño y la comunicación nos ayudará a solucionar posibles
dificultades en las relaciones sexuales y favorecerá que la relación de pareja
sea más plena.
Hay muchas formas de hacer el amor, todas son válidas en
tanto los dos estén de acuerdo, se cuiden, se respeten y se procuren gozo
mutuo.
No existe una definición exacta de lo que es una relación
sexual; pero puede considerarse como un intercambio de sentimientos, emociones,
deseos, excitación y placer entre dos personas. Generalmente antes de llegar a
una relación sexual, se da una atracción física, que se manifiesta a través de
abrazos, besos y caricias, que producen una emoción especial que nos motiva a
llegar a tener un contacto físico más íntimo. En la relación sexual se puede
llegar o no al coito, es decir, la introducción del pene en el cuerpo de la
otra persona.
Para cada persona una relación sexual es algo distinto, pues
depende de sus valores, de lo que siente y de lo que piense; lo importante es
conocerse, descubrir qué es lo que nos causa mayor placer, buscar que nuestra
expresión sexual sea la más placentera para nosotros y nuestra pareja.
En las relaciones sexuales no siempre está presente el amor;
sin embargo, cuando las personas se aman, el tener relaciones sexuales se
convierte en una forma especial de conocerse y de sentirse cerca, tanto física
como emocionalmente. Las relaciones sexuales son una manera de comunicar
nuestro amor, de experimentar sensaciones placenteras, expresar ternura y
cariño. Por eso se dice que una relación sexual es hacer el amor.
Cuando se comparten intereses comunes, se enriquece la
relación y se hace aún más grata si existen comprensión y confianza mutua. Todo
esto nos hará disfrutar más el encuentro íntimo amoroso.
Hay diversos motivos para decidir tener relaciones sexuales,
pero esta decisión implica poner en juego valores y sentimientos: la forma de
pensar y lo que se quiere.
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